Resulta gratificante que en el deprimente panorama de falta
de rigor y seriedad que ofrece la práctica totalidad de la prensa española, en ocasiones tan escasas, por desgracia, hasta el punto de parecer debidas al error , puedan encontrarse escritos o entrevistas de valor.
Es por eso por lo que estamos de enhorabuena por la
entrevista al profesor Bardi publicada en determinado diario barcelonés, el mes pasado. Ruego se me disculpe por no
proporcionar detalles sobre el periódico ni la fecha, dado que según tengo entendido, eso podría suponer la contravención de lo dispuesto en una nueva ley.
En dicha entrevista, se pasan por alto ciertas afirmaciones
del Profesor cuyas implicaciones
para quienes frecuentamos este post, resultan muy familiares y nada
perturbadoras. Pero que, para que para
la visión del mundo y las esperanzas sobre el futuro del ciudadano medio, son autenticas minas explosivas detonadas por debajo de su línea
de flotación.
El concepto al que me refiero es el de la “just right
techonolgy” cuya traducción al español podría ser el de “tecnología estrictamente
necesaria” y que se basa en la idea de
que para resolver un problema determinado se debe evitar el utilizar aparatos
tecnológicos de última generación, siempre que existan alternativas. Un ejemplo
sería no utilizar un Ferrari para ir a comprar pan a la tienda de la
esquina. En efecto, esto que más que
sabiduría es cosa de Perogrullo, a la postre, supone atentar contra uno de
los pilares de nuestro sistema social económico y político; la sociedad de
consumo- un porcentaje signicativo de los desplazamientos en automóvil son para cubrir distancias de menos de tres kilometros.
Y lo expuesto sobre la “tecnología estrictamente
necesaria” no es ni la centésima parte de perturbador para nuestro universo cotidiano que la idea
en la que la mencionada filosofía se justifica:”Vivimos en un mundo finito”. Idea
que lleva a asumir que el crecimiento sin límite de nuestra economía es un
imposible, lo cual atenta contra una de las principales creencias en que se
basa nuestra civilización: El mito del Progreso.
El profesor Bardi, refuerza su mensaje con dos ejemplos de
artilugios que por ser excesivamente complicados tecnológicamente, han sido o
van a ser sustituidos por alternativas más simples: El avión Concord en el
pasado, y los teléfonos móviles con cámara de fotos internet, etc. en el
futuro.